Vladimir Komarov fue un astronauta de la URSS, y el primer astronauta que murió en misión espacial. Advertimos que este artículo y el contenido multimedia puede resultar perturbador.
Vladimir Komarov fue el primer astronauta soviético que viajó dos veces al espacio, pero es más conocido porque fue el primer astronauta en morir en una misión espacial. El soviético murió al combinarse un fallo de su nave, la Soyouz 1, con uno del paracaídas, con resultados catastróficos. Murió al estrellarse contra la Tierra, por lo que no se considera que murió en el espacio propiamente dicho, sino únicamente en misión.
Sin embargo, detrás de este aparentemente desgraciado accidente hay una historia mucho más compleja y realmente dramática, y con implicaciones políticas.
La desgraciada historia de la primera persona que murió en una misión espacial
La muerte de Komarov sucedió en una misión cuyo motivo era el 50º aniversario de la URSS. Con un acontecimiento tan importante a la vista, el gobierno pidió a la división espacial del estado que ideara alguna misión espectacular. Brezhnev, presidente por aquel entonces, decidió que harían una maniobra en la cual dos naves se acoplarían permitiendo a los astronautas pasar de una a otra.
Komarov fue el astronauta escogido para ir en la primera de esas naves, la Soyouz 1 que despegaría un día antes que la Soyouz 2; Yuri Gagarin, el mejor amigo de Komarov era el suplente de este. En el conocimiento de todo el departamento espacial estaba que aquellas naves no eran seguras, y el propio Komarov contó a sus amigos que sabía que iba a morir.
Sin embargo, Komarov no quiso renunciar al trabajo, porque en ese caso su amigo Gagarin sería el encargado de realizar la misión, y él no iba a permitir que Gagarin muriera en su lugar. La posibilidad de que la misión fuese cancelada era nula, Brezhnev quería que la misión se llevara a cabo, y en la URSS ni siquiera se contemplaba la posibilidad de hacer algo diferente a lo que el presidente exigía, ni tan siquiera la de hacerle entrar en razón y explicarle que la misión no era posible. De hecho, el propio Gagarin propuso la cancelación de la misión, y le dio un documento a un amigo suyo de la KGB pidiéndola, pero nadie tuvo el valor de hacer llegar el documento al presidente.
Conforme el día de la misión se acercaba, la situación era cada vez más complicada y surgían más problemas para la nave. Gagarin pidió entonces a todo el equipo que permitiera que el pilotase la nave en lugar de Vladimir Komarov, pero el equipo en general y Komarov en particular dieron una clara respuesta negativa.
Nada más salir la nave, según datos de escuchas americanas, Komarov comenzó a llorar, maldiciendo a las personas que lo habían puesto a sabiendas en una nave espacial rota, y dijo a los oficiales de control que era consciente de que iba a morir. Los estadounidenses captaron esta retransmisión, que tenéis a continuación.
Antes de la misión declaró como última voluntad que su ataúd estuviese abierto en el velatorio para mandar un mensaje a los que habían permitido su muerte.
Una historia terrible, que deja a Komarov como un héroe, y una muestra de los horrores de los que el gobierno de la URSS de aquella época
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