El cierre del Project Ara es sólo el último de los síntomas de que la innovación en Google ya no es la protagonista.
La misión de cualquier empresa es ganar dinero, al menos en el sistema capitalista dominante en la mayor parte del mundo. No entraré en si eso es algo bueno o malo, pero cualquier persona que diga que una empresa debe hacer otras cosas, sólo se está engañando a si misma. Una empresa no es una ONG ni un aparato gubernamental, y por lo tanto no tiene que preocuparse de otra cosa que de conseguir ingresos.
Por lo tanto, sonaría extraño que yo ahora acusase a Google de querer aumentar sus ingresos a toda costa, pero la cuestión no es que quiera ganar dinero, es cómo quiere hacerlo. Y a juzgar por las últimas noticias, parece que Google quiere ganar dinero de la manera más aburrida y segura posible.
Android no sobreviviría en la Google actual
Google siempre ha sido una compañía de innovación, en la que el desarrollo de nuevas tecnologías venía impreso en su ADN.
Es fácil reirse de la cantidad de servicios que Google ha tenido que cerrar porque nadie los usaba, es fácil meterse con Google+ porque no alcanza a Facebook o a Twitter, es fácil ridiculizar a Google por sacar productos de su chistera que nunca podrán encontrar su mercado. Pero ¿sabéis qué? que al menos lo intentaban, y al hacerlo creaban el camino para que otros proyectos de otras compañías siguiesen sus pasos, creando un mercado de camino.
¿O cómo os creéis que Android ha conseguido convertirse en el sistema operativo más popular del momento? ¿Por suerte? No, porque en Google se atrevieron a crear un teléfono con HTC aunque el mercado era increíblemente competitivo, porque se atrevieron a crear unos Nexus que no les daban muchos beneficios pero que establecían un estándar en el que el resto de fabricantes podía fijarse, y por muchas más razones. En definitiva, porque Google innovó.
En cambio, la Google que tenemos hoy no sería capaz de realizar unos sacrificios semejantes. En concreto, desde que Alphabet fue creada hemos visto un cambio de 180º en muchas de las políticas que hicieron grande a la empresa.
En teoría Alphabet nació por conveniencia, para otorgar cierta independencia a todos los proyectos en los que Google se había metido, pero manteniéndolos bajo el paraguas del consorcio. A la hora de la verdad, Alphabet ha hecho todo lo contrario, y estos proyectos hoy en día tienen menos independencia y capacidad de tomar decisiones que cuando formaban parte de Google. Eso cuando no son cerrados directamente porque no hay visos de que vayan a traer ingresos a medio plazo, claro.
Si Android hubiese sido creado hoy, no hubiera durado más de un año en la Google actual. Y para demostrarlo, vamos a fijarnos en algunos de los proyectos más interesantes de la compañía que han terminado o están terminando en la papelera.
Project Ara, la revolución se cancela
La idea de un smartphone modular es simplemente genial. En vez de lanzar decenas smartphones, uno para cada tipo de usuario, lo ideal sería lanzar un modelo base y que cada usuario personalizase su experiencia de manera sencilla y directa.
Es un concepto viejo que vemos en acción en el sector de los ordenadores personales, pero la gracia de Project Ara es que iba a ser muy sencillo, para que el usuario medio que no sabe nada de hardware pudiese crear su propio smartphone simplemente encajando piezas en los huecos en los que caben.
Project Ara fue una de las protagonistas del último Google I/O, donde se anunció que en el último trimestre del 2016 se lanzaría una versión para desarrolladores y en el 2017 se lanzaría la versión para consumidores. Por lo tanto, podemos imaginar que el proyecto ya estaba en las últimas fases de desarrollo y por eso el fundador del proyecto, Dan Makoski, ha declarado que la decisión es “frustrante” y “decepcionante”.
Google Fiber, la fibra para el que la pague
Para Google, es beneficioso que cuanta más gente posible tenga acceso a una buena conexión a Internet. De esa manera habrá más potenciales usuarios de sus servicios, y los que ya son usuarios no asociarán su experiencia con los productos de Google con la calidad de su conexión (en otras palabras, si la conexión va mal es poco probable que use un servicio en la nube).
Google Fiber fue todo un golpe en la mesa para las operadoras estadounidenses, que llevaban demasiado tiempo dormidas en los laureles, repartiéndose el mercado como creían conveniente. De repente, tenían un rival diferente que iba a reventar el mercado, y tenían que ponerse las pilas. Incluso se llegó a rumorear que el servicio podría llegar a Europa.
La Google actual a ido abandonando Fiber poco a poco, y lo último que se sabe es que los presupuestos de la división han sido recortados y se esperan despidos. Salt Lake City podría ser la última ciudad que reciba Google Fiber, ya que la compañía parece haber perdido todo el interés en continuar su expansión.
Nest, una compra innecesaria
En su momento la de Nest fue considerada como una de las compras con más acierto de su historia; Nest era una de las compañías con más potencial para hacer realidad la “casa inteligente”, y sus termostatos inteligentes tuvieron mucho éxito.
Sin embargo, una vez que Nest se “independizó” de Google y pasó a estar bajo el control de Alphabet, todo se fue a pique. Los productos ya existente sólo recibieron actualizaciones menores, y Nest se centró en lanzar Nest Cam, que en realidad era un cambio de marca de un producto creado por Dropcam (comprada por Nest antes de que esta fuese comprada por Google). De hecho, los únicos productos nuevos que ha lanzado Nest son cámaras creadas por los ex-empleados de Dropcam.
Entonces llegó Google y presentó Google Home, una plataforma que usaba los desarrollos en IA de Google para hacer nuestra casa verdaderamente inteligente. ¿Y sabéis cómo va a hacerlo realidad? “Robándole” los empleados a Nest, que según las últimas informaciones están migrando en tropel a Google. Aún no se sabe qué supondrá eso para Nest y sus usuarios.
La innovación en Google ya no es la prioridad
Estos son sólo tres ejemplos de cómo es la Google actual: una empresa que busca ingresos ante todo, sin tener en cuenta la innovación. Y si quedaba alguna duda, vamos a fijarnos en los rumores de lo que Google presentará en un próximo evento el 4 de octubre: Nuevos Nexus (cambiados de nombre a “Pixel”), nuevo Chromecast con resolución 4K y un dispositivo de realidad virtual Daydream.
Ojo, seguro que todos estos productos son de lo mejorcito y que no nos decepcionarán; pero todos son nuevas versiones de productos ya probados, que ya sabemos que tienen éxito y que supondrán unos buenos ingresos para las arcas de la compañía.
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