Google ha liberado la herramienta que usa para registrar los nuevos dominios de nivel superior, que con el tiempo nos permitirán usar direcciones tan chulas como www.adrianraya.omicrono
La web sigue evolucionando a marchas forzadas, aunque a ratos parezca que es imperturbable; un buen ejemplo de lo que digo es la reciente (ya tiene dos años) decisión de la ICANN de permitir el registro de nuevos dominios de nivel superior.
Gracias a esto están apareciendo todo tipo de dominios, a cada cual más original e interesante, pero sobre todo está llamando mucho la atención de compañías que quieren conseguir direcciones que puedan compartir más fácilmente en redes sociales y fuera de Internet.
¿Qué son los dominios de nivel superior?
Pero empecemos por el principio, ¿de qué estoy hablando exactamente? Partamos de cualquier dirección web, como por ejemplo, www.omicrono.com. Como ves, la parte “www” indica que estoy navegando en la “World Wide Web”, la web de toda la vida, la parte “omicrono” es el nombre del dominio, en otras palabras, este servidor que estás visitando para leer estas palabras.
Vale, pero, ¿y la parte “.com”?
Esa es la parte del dominio de nivel superior (TLD), la que indica a un servidor DNS que estamos ante un dominio concreto en ese nivel y no en otro.
Cuando escribes “omicrono.com” en tu navegador web, este no sabe qué hacer con todas esas letras, así que consulta con un servidor DNS (o un servidor “de nombres”) para que le indique la dirección IP a la que tiene que pedirle la página web que queremos, por ejemplo, 164.132.160.10.
Para el servidor DNS, omicrono.com es diferente de, digamos, omicrono.tw, y devolverá un resultado diferente aunque el nombre del dominio sea el mismo (aunque podemos hacer que ambas URL redirijan a la misma IP, pero eso es otra historia).
¿Me lo repites en español?
Para el usuario de a pie como tú y como yo, eso sólo significa que al final ponemos “.com” o “.es”, o “.org”, dependiendo de dónde y cómo esté registrado el dominio.
El dominio de nivel superior más famoso es “.com”, que no está relacionado con ningún país (aunque normalmente se asocia con EEUU porque ahí es donde se inició todo esto). También podemos tener TLDs de países, como “.es”.
La inmensa mayoría de las ocasiones esto ya no supone ninguna diferencia, la verdad. De hecho, un dominio “.es” no implica que el servidor de la web esté en España ni mucho menos, sólo que ha sido registrado en este país.
¿Cuáles son los nuevos dominios de nivel superior?
Hasta no hace mucho, la cantidad de TLDs era muy limitada, pero en 2008 la ICANN, la organización encargada de gestionar todo este barullo, abrió la posibilidad de expandir la cantidad de TLDs permitidos, si las peticiones eran presentadas de manera correcta.
De esta manera, se han creado nuevos dominios de nivel superior, normalmente con una temática propia o con el nombre de una marca. Por ejemplo, “.photography” si tenemos una web relacionada con la fotografía, o “.book” si es de libros.
¿Qué pinta Google en todo esto?
Mucho. Google estaba esperando la primera en la cola (metafóricamente hablando), esperando a que la ICANN abriese estos dominios. Para Google, contar con un dominio de nivel superior propio es un valor añadido para su marca, y lo demostró registrando los dominios “.google”, “.gmail”, “.nexus” (DEP), “.drive”, “.chrome”, “.youtube”, y muchos más.
Google también abrió domains.google, un servicio que nos permite contratar nuevos nombres de dominio usando a Google como intermediaria.
Google Domains: así es comprar y transferir dominios a Google
Claro, que todo esto es bastante complicado, y no está al alcance de cualquiera. No es casualidad que sólo las grandes compañías hayan pedido sus propios dominios, como “.apple” o “.kindle”.
Entonces, ¿qué ha hecho Google hoy?
Google quiere que se sigan abriendo nuevos dominios de nivel superior, y por eso ha liberado la herramienta que usa para ello bajo licencia Apache. Se llama Nomulus, y se encarga de registrar los nuevos dominios que queramos sin necesidad de complicarnos la vida.
Nomulus se ejecuta en Google App Engine, y usa Google Cloud Datastore para la base de datos NoSQL; es capaz de registrar cualquier número de TLDs, siguiendo y usando las funcionalidades impuestas por la ICANN.
Dicho de otra forma, es muy poco probable que vayas a usar Nomulus; su valor es otro, en ofrecer tanto a las empresas como a los particulares un método sencillo de registrar nuevos nombres. Pero con el tiempo, quién sabe, es probable que veamos un “.omicrono”.
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