El síndrome del sabio es uno de esos fenómenos que justifican el típico refrán de “una de cal y otra de arena“.
Y es que las personas que lo padecen, conocidas también como savants, tienen que lidiar con discapacidades tanto físicas como mentales a la vez que gozan de grandes ventajas a nivel cognitivo, normalmente exteriorizadas a través de una memoria prodigiosa muy por encima de la de la mayoría de los mortales.
Además, también suelen desarrollar capacidades elevadas en áreas como el arte, el cálculo matemático o las destrezas viso-espaciales. A este grupo pertenecen muchas personas, la mayoría de ellas desconocidas para la sociedad, pero algunas han destacado tanto que su nombre se ha hecho famoso a lo ancho de todo el mundo, como ocurre con el caso de Kim Peek, de quién también os hablaremos en este artículo.
¿A qué se debe el síndrome del sabio?
El síndrome del sabio resulta fascinante tanto para profanos de la materia como para la propios neurocientíficos, pues deja claro el potencial oculto de nuestro cerebro y, sobre todo, manifiesta que en temas de neurología no hay sólo blancos o negros, sino que se puede carecer de una capacidad a la vez que otra, supuestamente relacionada, se encuentra desarrollada muy por encima de lo considerado “normal”.
Por eso, muchos investigadores se dedican a tratar de hallar el origen de tan extraño fenómeno, que a veces aparece después de una lesión cerebral, mientras que otras se trata de algo congénito.
Según los estudios sobre el tema, la clave parece residir en el deterioro del hemisferio izquierdo, bien por lesiones originadas después del nacimiento o bien por un mal desarrollo embrionario o daños durante el parto.
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Como consecuencia, el hemisferio derecho puede desarrollarse más de lo habitual, dando lugar a una disminución de las capacidades asociadas al izquierdo, acompañada de una sobreestimulación de las regidas por el derecho.
Este desequilibrio entre ambos hemisferios ha llevado a que a menudo los savants se asocien a las personas con autismo, ya que los trastornos del espectro autista también se manifiestan de una forma parecida.
Características de los savants
Como os digo, aunque a menudo estas personas muestran ciertos síntomas asociados a la discapacidad mental; como dificultades para relacionarse con su entorno, problemas motores o deterioro en conductas tan habituales como el habla, a su vez desarrollan un gran potencial en actividades características de los súper dotados.
Por ese motivo, es muy común que estas personas se conviertan en grandes artistas, especialmente en el área de la música, pues son capaces de adentrarse en ella con una sensibilidad poco convencional.
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Además, también es muy habitual que sean capaces de resolver operaciones matemáticas complicadas con la misma facilidad que los demás hacemos una suma sin llevar, por lo que a veces ocupan puestos importantes en los que el cálculo es una parte muy importante del trabajo.
Kim Peek, el más famoso de los savant
Si hay un savant cuyo nombre siempre aparece en los reportajes sobre el síndrome del sabio ése fue Kim Peek, un hombre cuyas capacidades fascinaron tanto al mundo que incluso inspiraron la realización del filme Rain Man, protagonizado por Dustin Hoffman.
Ya desde su nacimiento, los médicos y sus familiares supieron que no desarrollaría las capacidades de un “niño normal”, pues nació con el cerebelo y el cuerpo calloso dañados. Este último es la región que conecta los dos hemisferios cerebrales, por lo que no es de extrañar que finalmente resultara ser un nuevo caso de savant.
Y no tardó en demostrarlo, pues desde bien pequeño comenzó a mostrar talentos como leer dos páginas de un libro en ocho segundo usando un ojo para cada una, reteniendo la información que contenían de un modo tan preciso que podía recordar con facilidad novelas enteras.
Super Memoria, cuando recordar se convierte en una obsesiónLos individuos hipertimésicos tienen una super memoria: son capaces de recordar sucesos ocurridos en el pasado con una precisión excepcional.
De ese modo, fue fácil para él convertirse en un verdadero experto de materias de lo más variadas, desde literatura hasta historia, pasando por música o geografía. Además, esta última disciplina le llevó a memorizar todos los mapas de Estados Unidos, de modo que podía emprender cualquier recorrido aunque no lo hubiese realizado nunca.
Como resultado, un gran número de neurocientíficos se interesaron por examinarle, con el fin de conocer a fondo los mecanismos cerebrales que le habían llevado a ser cómo era.
Esto llego hasta tal punto que en 2004 algunos científicos de la NASA iniciaron el estudio de su cerebro a través de técnicas de imagen avanzadas, dando pie a un nuevo estudio que en 2008 concluyó que, además del síndrome del sabio, Peek padecía un extraño síndrome genético ligado al cromosoma X que había desencadenado algunas de sus anomalías cerebrales.
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Desgraciadamente, murió en 2009, a los 58 de edad, quizás sin llegar a mostrar lo que habría sido todo su potencial, pero dejando tras de sí la enseñanza de que aún nos queda mucho por saber sobre el potencial de nuestro cerebro.
Sea como sea, si queréis saber más sobre él, aquí os dejamos un pequeño documental en español. Vale la pena conocer su historia.
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